Tambores afrovenezolanos son rescatados por una nueva generación musical

 

Los jóvenes buscan obtener a través de los tambores una identidad musical como venezolanos. Esta generación busca fusionar para imponer el género en el país. Estudiantes se sienten comprometidos, consideran que es un trabajo serio y profesional.

Por Thairi Goncalves

tambores

El uso de los tambores afrovenezolanos en distintos géneros musicales no es algo innovador en el panorama musical. Sin embargo, aunque no se está hablando de algo desconocido, se puede decir que esta nueva generación de músicos, que no vivió ni compartió esa experiencia musical, se está encargando de realizar un trabajo que va mucho más allá de lo tradicional, buscar rescatar la riqueza musical de los tambores afrovenezolanos a través de las fusiones musicales y que sea un trabajo profesional para que perdure en el tiempo.

En los últimos años ha surgido incesantemente una generación enérgica que busca empaparse de su cultura y de sus tradiciones. A nivel musical los jóvenes andan buscando ese “algo” que los diferencie del resto del mundo. Entre esa búsqueda hay quienes se adentraron al mundo de la percusión afrovenezolana y allí decidieron seguir explorando y aprendiendo; se dieron cuenta que no hay mejor sentir tu nacionalidad que al sonar un tambor. Es por ello que en los últimos años han surgido múltiples grupos musicales que al realizar sus proyectos agregan la rica sonoridad de los tambores.

Grupos como C4Trío, Ensamble Capicúa, Pomarosa, Compases, Herencia, Quintillo Ensamble, Perfusión, Afrocódigos, entre otros; son algunos de los tantos grupos que están rescatando el sentir de los tambores afrovenezolanos y lo hacen notar con su música. De igual forma, se pueden mencionar a artistas como Rafael “El Pollo” Brito, Huáscar Barradas, Daniel Prim, Yillmer Vivas y Orestes Gómez.

El origen de las fusiones con tambores afrovenezolanos

Las fusiones musicales con la percusión afrovenezolana no es algo creado por esta nueva generación, desde los años 70 Alberto Naranjo y su agrupación realizaron fusiones con la salsa y los tambores afrovenezolanos.

Javier Suárez, maestro de la cátedra de Percusión Afrovenezolana del Conservatorio de Música Simón Bolívar y director de la Orquesta Afrovenezolana Simón Bolívar, en un vídeo publicado en YouTube llamado “51 años del jazz en Venezuela. Parte 05”, realizó un recorrido histórico con respecto a las fusiones hechas en Venezuela desde los años 70.

Al respecto, Javier Suárez expuso las que los grupos y artistas más influyentes fueron: el Grupo Maroa, Aquiles Baez, Alberto Naranjo, Andrés Briceño, Gerry Weil, entre otros.

Suárez, comentó que a finales de los años 80 surgió el grupo Maroa «ellos tomaron un arreglo y le agregaron la célula rítmica del quitiplás». Asimismo, señaló que a partir de eso comenzaron a surgir varias ideas. También señaló que en los años 90, hubo un movimiento donde estaba el Latin Jazz 8 de Alberto Naranjo, y que allí se incluyeron todas las sonoridades del tambor venezolano sobre los arreglos.

Por otra parte, Andrés Briceño, maestro de la cátedra de Batería del Conservatorio de Música Simón Bolívar y director del Simón Bolívar Big Band Jazz, dijo  que músicos como Saúl Vera, Soledad Bravo, Lilia Vera, entre otros artistas; realzaron en su música los tambores afrovenezolanos y que eso llama la atención.

Las fusiones no son algo nuevo, no obstante los maestros creen en el trabajo que se está haciendo. “Hay un movimiento que está haciendo fusión, que está incluyendo los elementos rítmicos venezolanos con otros géneros musicales. La gente está trabajando porque cree en la música. Se está valorando el trabajo, estamos reconociendo que esto nos da identidad”, comentó Javier Suárez.

Origen y relación con la iglesia católica

Las sociedades por necesidad deben comunicarse entre sí y al realizar este proceso manifiestan natamente sus valores culturales y sociales. Asimismo, Emanuel Amodio, en su libro Cultura, comunicación y lenguaje, explica que “Comunicarse es, literalmente, el modo como las culturas funcionan, se construyen y se trasforman. Los individuos que participan del proceso comunicacional, lo hacen desde su vivencia y conciencia, convirtiéndose de este modo en sujetos y objetos de todo el proceso”. Es por esto que una de las mejores formas de expresarse es mediante la música.

La cultura del venezolano se define por sus costumbres y tradiciones, las manifestaciones más ricas son aquellas que involucran la musicalidad y sonoridad de una región,  sobre todo si el sonido de la misma retumba por el golpe vibrante entre la mano y un cuero; acompañado por el sonar de los laures y un canto de desahogo.

José Cordero, percusionista del Simón Bolívar Big Band Jazz, señaló “conocer un tambor es conocer ese pueblo, conocer ese pueblo es conocer a la gente de ese pueblo, conocer ese pueblo es conocer una cultura. Cómo hablan, como tocan, qué comen, por qué tocan”.

La música afrovenezolana viene de la esclavitud y de la presencia africana. El uso de los tambores a lo largo de la historia se ha caracterizado por la expresión y las alabanzas. Asimismo, tiene relación directa con la religiosidad de la iglesia católica, el alabar a los santos con el propósito de pedir algún milagro o ayuda era lo más común.

Alexander Romero, en su tesis de grado sobre el Golpe de Tambor de Caraballeda, explica que el golpe para alabar a los santos se caracteriza “por la utilización casi exclusiva de los instrumentos de percusión que con distintas alturas y timbres tejen un ritmo sobre el cual se hacen los cantos, donde un cantante solista alterna con un coro”. Con lo cual se resalta el uso del tambor en la religiosidad.

Entre los santos que son alabados con tambores en el país están: San Benito, San Juan y San Pedro. Además, está la fiesta de la Cruz de Mayo, el Corpus Christi, el Tamunangue, entre otras manifestaciones folklóricas.

¿Una moda o un sentimiento real?

Cada día son más los jóvenes que se indagan y comienzan a tocar la música afrovenezolana. Christopher Barrios, estudiante de percusión dijo que su interés con el estudio de la percusión afrovenezolana es buscar su identidad musical como venezolano.

“Me gustaría introducir la música en nuestra generación de jóvenes para que se den cuenta de todo el material que tenemos para trabajar. Hay bastantes grupos y jóvenes realizando trabajos con los tambores afrovenezolanos o estudiando los mismos, creo que en parte es una moda pero me parece una buena moda. Si algo va a ponerse de moda siendo nuestra cultura me parece excelente, no obstante, lo malo es la poca seriedad que tendría este movimiento”, comentó Barrios.

Por otra parte, Rommel Hernández, estudiante de percusión afrovenezolana, indicó que comenzó sus estudios musicales para conocer nuestra cultura y nuestra historia, así como las manifestaciones folclóricas del país. “Es parte del conocimiento y del enriquecimiento como músico”.

Los maestros Javier Suaréz y Andrés Briceño coinciden que actualmente hay grupos de jóvenes que están haciendo este tipo de trabajo por moda, lo cual le resta importancia debido a la falta de compromiso y seriedad con el género musical. No obstante, también señalaron que una parte de los jóvenes están comprometidos con la labor de hacer resurgir los tambores afrovenezolanos en el país y que estos adquieran importancia a nivel mundial.

“Ha habido épocas en donde trabajar con los tambores afrovenezolanos ha subido y bajado. Mi esperanza es que Venezuela en algún momento haga lo que hizo Cuba o Brasil con su música”, señaló Briceño.

Los tambores más allá de un pueblo

Una de las mayores intrigas es el qué pasará de aquí a algunos años con los tambores afrovenezolanos, en maestro Javier Suárez expresó “ahorita hay un movimiento surgente que quiere hacer música venezolana. Recomiendo capacitarnos en lo nuestro y si lo queremos plasmar que sea con sólidez. Yo quisiera ser optimista de que todo el que ahorita está trabajando los ritmos afrovenezolanos y esté avocado a ello, lo esté haciendo porque realmente está valorando nuestra música. Nuestra música es muy rica, y tiene muchos elementos para explorar y realizar unos buenos trabajos”.

Por su parte, el maestro Andrés Briceño expresó “yo considero que todavía no se ha logrado un nivel, no está maduro el proceso. La nueva generación está tratando de renacer, cosa que ya pasó en diferentes épocas, pero que nunca se logró. Ojalá esta generación tome consciencia y se dé cuenta que la única manera de ser los mejores en el mundo es haciendo algo que nadie haga”.

El estudiante Rommel Hernández, expresó “esta nueva generación ha ido aprendiendo y ha empezado a fusionar los tambores afrovenezolanos con otros géneros, pero es algo que apenas está naciendo. Los arreglistas deben de darle espacio a la música afrovenezolana para que no quede como algo tradicional o algo de los pueblos de ciertas regiones”.

De igual forma comentó que espera que la música evolucione y vaya en ascenso, para que pueda perdurar en el tiempo. “Yo sí veo que la música afrovenezolana tiene un buen futuro”, afirmó.

“Se mantendrá el impulso en los próximos años, no existirá un desinterés de la juventud sobre todo del percusionista. Este movimiento es serio, a nivel profesional y académico”, certificó Cordero.

Finalmente, El maestro Javier Suárez aseveró “Tengo mucha fe de que la gente estudie, que quieran nuestra música y que la valore”.

Foto cortesía: albaciudad.org

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